Una vez escuché a un grupo de chicos que se estaban burlando de un niño de la escuela que era hijo adoptivo.
Le dijeron a él,”Tu no eres el verdadero hijo de tu papá.”
El se aguantó lo más que pudo, pero al final les contestó,”Lo único que les puedo decir es que mi padre me escogió a mí, pero sus padres no pudieron hacer... otra cosa que aceptarlos a ustedes.”
Esta adopción es la historia real del jugador de rugbi profesional Michael Ohner quien a la edad de 17 años fue adoptado por una familia blanca de Tennessee cuando vagaba por las calles como un vagabundo. Su simpatía natural y su nobleza de corazón pronto le hicieron ganarse el afecto del clan cuyo apoyo resultó fundamental para su carrera.
No es la carne ni la sangre, sino el corazón lo que nos hace padres e hijos.
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